martes, 10 de abril de 2012

Lenguaje Musical, una necesidad de registro (Bitácora del Lunes 9 de abril)

La clase de hoy se dividió en tres partes temáticamente muy diferentes; la primera, que constó más bien de un seminario expositivo (extenso, pero necesario); la segunda, más bien práctica, en donde tuvo lugar la interpretación de nuestros instrumentos; y, finalmente, la aplicación de los contenidos vistos al principio, ahora en una actividad. 

En la primera parte de la clase, el tópico central fue la explicación del LENGUAJE MUSICAL, el cual sirve para registrar y recordar ya sea una canción o melodía (he ahí su importancia y necesidad en la música). Esta forma de registrar -nos dijo la profesora-, viene de la Cultura Griega; antes de ello no se escribía. ¿Por qué es tan fundamental este lenguaje en las Artes Musicales? La respuesta es "porque a diferencia de las artes visuales, la música es temporal, de manera que para poder rehacer alguna canción, es necesario registrarla".
 Este lenguaje, como todos, requiere de ciertos elementos básicos, que tienen lugar en la medida en que cada uno aporta un simbolismo o significado. Entre las piezas que conforman este código están, por ejemplo, aquellas que representan gráficamente la altura del sonido, estas son: las notas, el pentagrama y las claves.  En el pentagrama que adjunto al lado derecho se muestra la escala de do a do mayor ubicada en el pentagrama; pero esta ubicación no es al azar, sino que responde a la estructura del mismo (el cual cuenta con lineas y espacios). El principal punto de referencia dentro del pentagrama es la LLAVE DE SOL. 
En esta segunda imagen (lado izquierdo), se enumeran y evidencian claramente las partes del pentagrama, distinguiéndose las 5 líneas que lo conforman y también los 4 espacios entre estas.  La enumeración de las líneas tampoco es al azar, sino que -a modo de convención- esto se realiza desde abajo hacia arriba. Además de las cinco lineas, existen otras adicionales, las cuales permiten ubicar -por ejemplo- el primer DO
Otros de los elementos que forman este lenguaje son las -anteriormente mencionadas- NOTAS; esta son los signos que representan cada sonido. 

Posterior a la explicación del lenguaje de los sonidos, comenzamos a conversar en base a otros elementos que están presenten no sólo en la música, sino también en la vida cotidiana; uno de estos es el RITMO, que se define como "...Orden acompasado en la sucesión o acaecimiento de las cosas" (RAE, 2001). La pregunta que se generó dentro del grupo-curso fue ¿de qué forma representamos el ritmo en este lenguaje? Y la respuesta que se dio es: a través de las Figuras rítmicas, que son aquellos signos que usamos para graficar el ritmo (negras, corcheas, semicorcheas, blancas, redondas y los silencios respectivos). ¿De dónde aparecen los signos de silencios? Estos emergen de la necesidad de asignarle TIEMPO al silencio y representarlo, pues este -de igual forma que el sonido- tiene prolongación. En la imagen que expongo a continuación están las figuras y sus silencios correspondientes: 


Luego de la profundización del concepto de Ritmo, proseguimos por definir el PULSO, cuya acepción es ser un movimiento interno de la música, que se asigna de acuerdo con el acento (donde la voz suena más fuerte). Ante eso, las lineas del compás lo que hacen es indicar dónde viene el acento, pues estas se colocan de forma precedente a él. 
A partir de la definición anterior es que introdujimos un nuevo concepto: el compás que significa la ordenación de la música mediante pulsos acentuados de forma regular, de modo que divide el tiempo musical en partes iguales.  Al término de cada canción se coloca una doble linea "||" y si está incluye ":" en el medio, significa que la melodía se repite. Para finalizar la teoría, vimos lo que era un COMPÁS BINARIO, que es aquel que tiene dos pulsos o dos partes con acento rítmico; por último, la CIFRA INDICADERA, la cual señala cuántos pulsos tiene cada compás. 

Luego del cambio de bloque, proseguimos a sacar nuestros instrumentos y tocar. La profesora nos evaluó de forma individual tocar la canción DIN-DON; sin embargo, no se buscaba sólo conocer el avance individual, sino también el respeto y la atención por la presentación de los demás, lo cual se ve reflejado por cada uno en la MANTENCIÓN DEL RITMO y de la RAPIDEZ. Luego de eso seguimos trabajando con el cancionero: cantando y tocando, todos juntos y también separados. En la interpretación grupal de alguna de las canciones, cada instrumento tenía un función específica: la melódica llevar el ritmo, la flauta el pulso y el metalófono interpretar la canción (las funciones iban variando, siempre coordinadas por la profesora Rebeca). Por último, hicimos ejercicios de audición y registro de sonidos, además de otros en donde debíamos generar equivalencias en el pentagrama.


A modo de reflexión de esta extensa clase -en cuanto a contenidos- creo que aquello que se debe rescatar es valorar la lógica que tiene la música, como también la necesidad de un código que transmita ya sean canciones, melodías, jingles, etc. Lo importante de esto es que es una manera de entender la holisticidad de la educación musical, ya que toma en cuenta elementos de comunicación y LENGUAJE, como también MATEMÁTICA y sus sistemas métricos. ¿En qué se traduce esto? En que podemos perfectamente enseñar muchas disciplinas y/o asignaturas académicas dentro de una sola, es por esto que debemos aprovechar las instancias de conocer esta grandiosa forma de enseñar, dinámica, plástica, experiencial y participativa: LA MÚSICA

Lunes  9 de abril de 2012.

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